Esta semana estamos ocupados en la meseta de Soustres, este pequeño paraíso situado en el Oppidum d'Ensérune que domina nuestro hermoso dominio.
A veces soñamos con haber ganado la lotería, con poder jugar a la americana y con construir una piscina infinita, incluso dos: una que domina nuestro terreno, la Torre Montady y la Catedral de Béziers; y el otro que dominaría el Mediterráneo y el país de Audois.
Como premio de consolación aún nos queda el tomillo silvestre que perfuma la zona y que ya resulta bastante tranquilizante.
Para aquellos que recuerdan el Post #1 que anunciaba la reanudación de la antorcha, aquí estamos de nuevo bajo los olivos 🫒… pero ahora, parece muy lejos de la época en que las cigarras cantaban sobre mi cabeza...
20⁰C menos después, aquí estamos en busca de otro aceite ofrecido por los dioses, ¡Atenea en este caso!
Hay que decirlo, es poco probable que lo vendamos. Ya consumimos mucho 😅 a pesar de la competencia de nuestro Helianthus... y, si este aceite es caro, es principalmente porque es raro y no se cosecha todos los años...
Los olivos se cultivan cada dos años y no hay garantía de tener rendimiento el año en que producen.
En nuestro caso, se produjo un 10% este año o un 90% el año que viene, entonces…